Cuando termina una relación lo importante es no volver a caer en ella. O osea, si ves que no funciona, que te aburres, que siempre estáis discutiendo, entonces, ¿para qué vamos a ir para atrás? ¿Por qué siempre hacemos esa enorme gilipollez? ¿Por qué hay un día en que no sabemos resistirnos y volvemos a marcar su número? ¿Es que ya nos hemos olvidado de todo ese coñazo? Nada, no hay manera, nos hemos acostumbrado a la idea de estar en pareja.
Es extraño, a veces te sientes seguro de ti mismo y ni siquiera sabes bien por qué, y sabes que puedes manejar la situación, decidir cuándo empieza y cuándo acaba, si es que quieres que se acabe. En cambio, otras veces no. Y precisamente en esos casos es cuando te das realmente cuenta de qué es el amor y del daño que puede hacer. Pero también de lo bonito que es, joder, porque el amor te arrolla, no mira a nadie a la cara, te hace cometer locuras, te hace sentir feliz como ni siquiera podías imaginarte que podías serlo y después te hunde, como por ejemplo ahora, cuando no eres tú quien decide las cosas...
viernes, 22 de noviembre de 2013
jueves, 21 de noviembre de 2013
Con pasión y sin cosas raras
- ¡Venga! No me mires...
- Cómo no voy...
Pero en seguida se mete en la cama y se tapa.
- Tonto... - Luego sonríe, se lleva una mano a la espalda y desde debajo de las sábanas desliza el sujetador, después las bragas... Un instante y estoy a su lado, la huelo, le rozo la piel con los labios, le beso el pecho, me como dulcemente su pezón, le acaricio las piernas, luego lentamente las separo un poco y empiezo a tocarla. Ella también está excitada, siento cómo se mueve poco a poco bajo mi mano. Con dulzura, paso por encima de sus piernas.
E hicimos el amor y fue precioso, lentamente, con pasión y sin cosas raras.
El amor está hecho de cosas estúpidas
El amor está hecho de cosas estúpidas, de cosas que no tienen sentido, quizá, que hacen sonreír o negar con la cabeza, pero que en esos momentos parecen preciosas. El amor son esos mensajes que no quieren decir nada pero que lo dicen todo, a los que no prestas atención cuando llegan a diario pero que se convierten en una obsesión cuando empiezan a faltar. Si todos estuviéramos enamorados, este mundo sería precioso. El amor te vuelve idiota, pero generoso, la falta de amor te vuelve idiota y destructivo.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)