viernes, 22 de noviembre de 2013

¿Por qué hay un día en que no sabemos resistirnos?

Cuando termina una relación lo importante es no volver a caer en ella. O osea, si ves que no funciona, que te aburres, que siempre estáis discutiendo, entonces, ¿para qué vamos a ir para atrás? ¿Por qué siempre hacemos esa enorme gilipollez? ¿Por qué hay un día en que no sabemos resistirnos y volvemos a marcar su número? ¿Es que ya nos hemos olvidado de todo ese coñazo? Nada, no hay manera, nos hemos acostumbrado a la idea de estar en pareja.
Es extraño, a veces te sientes seguro de ti mismo y ni siquiera sabes bien por qué, y sabes que puedes manejar la situación, decidir cuándo empieza y cuándo acaba, si es que quieres que se acabe. En cambio, otras veces no. Y precisamente en esos casos es cuando te das realmente cuenta de qué es el amor y del daño que puede hacer. Pero también de lo bonito que es, joder, porque el amor te arrolla, no mira a nadie a la cara, te hace cometer locuras, te hace sentir feliz como ni siquiera podías imaginarte que podías serlo y después te hunde, como por ejemplo ahora, cuando no eres tú quien decide las cosas...

jueves, 21 de noviembre de 2013

Con pasión y sin cosas raras

No le doy tiempo a añadir nada más, la estrecha con fuerza, la beso apasionadamente, un largo rato, casi cortándole la respiración, como si fuese un beso desesperado, como si de alguna manera yo ya supiera... O quizá solo era estúpidamente ingenuo y feliz. No lo sé, pero un instante después estamos en la habitación de sus padres y nos desnudamos en silencio. Se quita el vestido lentamente, lleva ropa interior de algodón suave, negra, de encaje, y en el perfil de la luz que entra por la ventana la veo agacharse para dejarla sobre la silla, luego se vuelve de repente hacia mí.
- ¡Venga! No me mires...
- Cómo no voy...
Pero en seguida se mete en la cama y se tapa.
- Tonto... - Luego sonríe, se lleva una mano a la espalda y desde debajo de las sábanas desliza el sujetador, después las bragas... Un instante y estoy a su lado, la huelo, le rozo la piel con los labios, le beso el pecho, me como dulcemente su pezón, le acaricio las piernas, luego lentamente las separo un poco y empiezo a tocarla. Ella también está excitada, siento cómo se mueve poco a poco bajo mi mano. Con dulzura, paso por encima de sus piernas.
E hicimos el amor y fue precioso, lentamente, con pasión y sin cosas raras.

El amor está hecho de cosas estúpidas

El amor está hecho de cosas estúpidas, de cosas que no tienen sentido, quizá, que hacen sonreír o negar con la cabeza, pero que en esos momentos parecen preciosas. El amor son esos mensajes que no quieren decir nada pero que lo dicen todo, a los que no prestas atención cuando llegan a diario pero que se convierten en una obsesión cuando empiezan a faltar. Si todos estuviéramos enamorados, este mundo sería precioso. El amor te vuelve idiota, pero generoso, la falta de amor te vuelve idiota y destructivo.