sábado, 28 de enero de 2012

En esta soledad que mata.

Hacía mucho que no escribía. Mucho. Se podría decir que justo desde que empecé a ser feliz. Cuando otra vez dos vidas se juntaron, formando una misma, formando mi mundo. Ese mundo tan cálido, agradable.. Donde siempre es primavera, donde siempre sale el sol y solo de vez en cuando hay tormenta. Formábamos nuestro pequeño planeta,  el cuál nos atrapaba con su particular gravedad. En definitiva, volví a ser yo. Volví a ser feliz. Volví a donde quería estar. A tu lado. Meses y meses de nuevo, que se pasan como un puto rayo. Y después.. Tormenta. Mucha tormenta. Y tú no hiciste nada para remediarlo. ¿Por qué? No lo sé. Siempre has sido así. Tan bipolar, tan pasota, tan en tu mundo. Sí, quizás eso ha sido lo que me ha atado tanto. Y también lo que me ha matado de nuevo. Mírame. ¿No me ves? Te necesito. Y lo sabes. Y mientras te veo a lo lejos, con tu sonrisa en la cara. Como si ya no existiera. Cuando en cambio, lo único que existe para mí... eres tú.

No hay comentarios:

Publicar un comentario