Todo tiene un precio.

Cuando miras a una persona y sientes amor y odio a la vez. Cuando por mucho que quieras no puedes perdonarla pero sientes que la quieres. Cuando necesitas un abrazo suyo y ella no está. Cuando se haya ido por completa de tu vida, entonces, te darás cuenta de que no era tan necesaria, que el mundo no se acaba si ella no está, que puedes ser feliz sin tener días en los que derrames lágrimas de dolor, entonces, es cuando empiezas a ser feliz de verdad, cuando no dependes de nadie para vivir. Cuando todo se basa en uno mismo, cuando te valoras y vuelves a confiar en ti.
En ese momento te das cuenta de que todo tiene un precio, y tú, pagaste uno muy alto.