viernes, 16 de septiembre de 2011

De repente, comienza a granizar. Con fuerza, de una manera increíble. Después la granizada se convierte poco a poco en nieve. Pero la nieve se deshace antes de tocar el suelo.. Nosotros nos sonreímos, yo intento besarla yy.. pluff! Al igual que la nieve, ese recuerdo se deshace.
Nunca hay un porqué para los recuerdos. Llegan así, sin permiso. Y nunca sabes cuándo se marcharán. Lo único que sabes es, que, lamentablemente, volverá. Aunque por lo general son instantes, y ahora sé como hacerlo.
Basta con no detenerse demasiado. En cuanto llega el recuerdo hay que alejarse rápidamente, hacerlo enseguida, sin centrarse en él.. Sin hacerse daño, así.. mucho mejor. Ahora ya ha pasado. La nieve se ha desecho del todo.

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