
Ella, hábil cortesana de ésa, su alta sociedad. Y se ríe, y se echa el pelo hacia atrás. Y de nuevo su risa.. Y de nuevo, todo mi dolor.
Lo que no se, lo que no he vivido, lo que ya no tengo. Para siempre. ¿Cuántos brazos te han estrechado para convertirte en lo que eres? Cuánta razón tienes.. Que importa, ella no me lo dirá, por desgracia. Por eso me quedo en silencio. Y la busco, pero no la encuentro.
Entonces voy a buscar esa película en blanco y negro que ha durado mucho, toda una vida.
Y me veo en esas noches.. tumbado en el sofá, con las manos en la cara, sin conseguir darme una explicación, asomándome a la ventana, mirando las estrellas, pidiéndolas ayuda. Y a todas ls preguntaba.. He perdido mi estrella, ¿la habéis visto? Y piensas.. ¿Dónde estará ahora? ¿Qué estará haciendo? ¿Y con quién?
Y a mi alrededor, ese silencio de las estrellas. El maldito ruido de mis lágrimas cansadas.
Y yo, estúpido, buscando y esperando una respuesta. Dadme un porqué, solo un porqué, cualquier porqué.
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